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¿Qué camino eliges?

Actualizado: 28 mar 2019



Hemos crecido en una cultura impregnada de la creencia de que el mundo es una gran tarta y de cuanto más se coman los demás menos me queda para mí. ¿Qué consecuencias tiene esta visión del mundo, este paradigma? Pues, que somos desconfiados, envidiosos, competitivos, egoístas (en la dimensión negativa de estos conceptos): si tú ganas yo pierdo.


Es el paradigma de suma cero de la vida. El sentido de valía proviene de las comparaciones y, el éxito del otro, en alguna medida, significa el propio fracaso.


Pero, si hiciéramos un cambio de paradigma y consideráramos que en este mundo hay mucho para todos, que puedes comer cuanto quieras que a mí no me perjudica. ¿Qué pasaría entonces? No tendríamos ninguna necesidad de desconfiar, no tendría ningún sentido acumular, compartiríamos: tú puedes ganar y yo también.


Esto nos llevaría a un cambio de mentalidad: pasaríamos de una mentalidad de escasez a una mentalidad de abundancia.


En un mundo regido por la idea de la abundancia no nos costaría reconocer las virtudes de los demás en vez de sus errores, buscaríamos en el otro lo positivo, lo que nos gusta, trataríamos de conseguir el desarrollo de todo su potencial porque no tendríamos miedo de que llegara a ser mejor que nosotros. Reconoceríamos que siempre hay buenas razones para elogiarlo. Reconoceríamos las posibilidades ilimitadas de crecimiento y desarrollo de la interacción positiva, creando nuevas “terceras alternativas”.


El éxito de una persona, el éxito de una empresa, no se logra a expensas o excluyendo el éxito de los otros. Se basa en la creencia de que existe una tercera alternativa. No se trata de tu éxito o el mío, sino de un éxito mejor, de un camino superior.


Y tú ¿qué camino eliges?



Y tú ¿qué camino eliges?

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