El humor es el colmo de la risa. Si uno puede reírse de sí mismo y del mundo, aunque no haya motivo, es porque el espíritu humano no está atrapado ni en sí mismo ni en el mundo. El humor fuerza los límites de nuestra existencia, elevándolos por encima de la impotencia y la desesperación. Transforma la tristeza en alegría (el odio en amor o en misericordia –Spinoza), la desilusión en comicidad.
Va unido siempre a la simpatía, es la sonrisa de la razón.
Cuando el humor es fiel a sí mismo, conduce más bien a la humildad. Se pueden hacer bromas de todo: del fracaso, de la guerra, de la muerte, del amor,… pero es necesario que esta risa añada un poco de alegría, un poco de dulzura o de ligereza a la miseria del mundo. El humor pude hacernos reír de todo a condición de que en primer lugar nos riamos de nosotros mismos. (De lo único que me quejo –dice Woody Allen – es de no ser otro). El humor es una conducta de duelo, se trata de aceptar, incluso lo que nos hace sufrir, el humor ayuda a vivir, el humor libera. Debemos reírnos de nosotros mismos, pero sin odio, y de todo en la medida en que formemos parte de ese todo y lo aceptemos.
RESPUESTAS: PLATÓN: Porque buscaba el bien. EPICURO: Por el placer de cruzarlo HERÁCLITO: Porque necesita moverse. ARISTÓTELES: Está en la naturaleza de los pollos cruzar la carretera. MARX: Era una inevitabilidad histórica.
KANT: Porque la razón le indica que ese es el fin último de su voluntad. NIETZSCHE: Porque el camino es el puente para llegar a ser "Super Pollo".
…………….…: Porque quería llegar al otro lado.
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