Hola, ahora que ya casi estamos en verano y los calores aprietan, quiero compartir contigo un precioso poema de Mary Oliver, poeta estadounidense fallecida hace pocos años.
En él nos invita a parar, a observarnos, a ver nuestras capacidades y reconocer lo que es importante en nuestra vida, nos invita a cuidarnos y a ser auténticamente nosotros.
El día de verano
¿Quién creó al mundo?
¿Quién hizo al cisne, y al oso negro?
¿Quién dio forma al saltamontes?
Me refiero a este saltamontes,
el que acaba de saltar en la hierba,
el que ahora come azúcar de mi mano,
el que mueve las fauces de atrás para adelante y no de arriba abajo,
el que mira a su alrededor con enormes ojos complicados.
Ahora levanta una de sus patas y se lava la cara cuidadosamente.
Ahora de pronto abre sus alas y se va flotando.
Yo no sé con certeza lo que es una oración.
Sin embargo sé prestar atención
y sé cómo caer sobre la hierba,
cómo arrodillarme en la hierba,
cómo ser bendita y perezosa,
cómo andar por el campo,
que es lo que llevo haciendo todo el día.
Dime, ¿qué más debería haber hecho?
¿No es verdad que todo al final se muere, y tan pronto?
Dime, ¿qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida?
Espero que te haya gustado y te inspire y te motive tanto como a mi.
Me encantaría leer eso que te ha provocado este poema de Mary Oliver.
