La alegría es la exteriorización del goce de vivir.
El hecho de reconocernos en nuestros diferentes papeles, de ser capaces de tomar la distancia suficiente con respecto a nosotros mismos y reírnos de los personajes que representamos en los distintos momentos, nos hace vernos como lo que somos y como lo que no somos. Al vernos como somos nos volvemos más compasivos y al tiempo, al ver lo que no somos, nos volvemos más alegres más confiados.

La alegría es la expresión de la confianza en la vida, de sabernos parte integrada en el cosmos, en armonía con Todo. Es saber disfrutar del momento y reconocer nuestra actitud activa en la vida.
“Ver un mundo en un grano de arena,
Y un cielo en una flor silvestre,
Tener el infinito en la palma de la mano
Y la eternidad en una hora”.
William Blake